Entrenando la Máquina
Ya casi ni se percibe en mi recuerdo el momento en el cual pasamos de ser un ente social registrado a un elemento motorizador de las estadísticas o un registro más en una base de datos. Somos hoy, sin saberlo aveces, arquitectos de nuestro propio ocaso con nuestro día a día virtual. El creciente auge del uso de los recursos cibernéticos ya no es solo un monólogo, como el caso de la TV, la radio y la prensa escrita; sino que ya el nivel de interacción es tal que somos ya mucho más que interlocutores. Hoy día producimos más de lo que recibimos en internet.
Debemos saber (sin ningún ánimo de despertar la paranoia colectiva) que cuando damos nuestros datos al registrar un mail, buscamos en google, al actualizar nuestor perfil de Hi5, myspace, cuando chateamos a diario, cuando llenamos un formulario o cuando leemos/escribimos en un foro, etc, estamos alimentando motores de inteligencia artificial. Estamos enseñando al sistema que controla los gobiernos de la tierra (la Máquina) nuestros gustos, red social (familia, compañeros y amigos), detalles íntimos, forma de hablar, perfil, etc.; dándole así capacidad de controlarnos mejor de una manera más sutil. Ellos saben desde detalles simples como el color favorito de las masas, hasta la complejidad de la contraseña más utilizada del mundo, perfiles psicológicos, coeficiente intelectual, etc.
Somos vigilados, analizados y documentados constantemente en nuestro día a día. Llegará un día en que todos los sistemas estarán unidos en un solo medio colectivo de almacenamiento global, y probablemente también a nuestros ciber-sentidos que interconectarán nuestras replicas virtuales de nuestros órganos, logrando el total control de toda información, cada conversación, cada mente, recuerdo, percepción y emoción de cada individuo. Una cyber-dictadura totalitaria se acerca en nuestra propia cara, sin que aparezca alguien que califique estas ideas como ciencia ficción.
Orwell estaba alante alente...
Es un buen tiempo para meditar esta posibilidad de que la máquina se convierta en usuario de nuestro computador (cerebro). ¿Imaginan una red "grid" de hombres-zombie a la merced de un virus computacional fuera de control?, yo sí.